Reforma y diseño de interiores
Superficie: 320 m2
Estado: Finalizado
Cronología: 2022
Localización: Zaragoza
El comienzo del proyecto parte de una exhaustiva investigación del local para poder conocer y realizar un estudio previo de lo que existía originalmente. Recopilamos así: fotografías originales de local, planos originales, artículos de prensa…, con la ayuda de Alberto Sánchez, arquitecto doctorado en patrimonio por la universidad de Berkley que, junto a una decena de otros profesionales, formaron un equipo multidisciplinar.
Cuando se nos dio acceso, nos encontramos con un local en muy mal estado por el paso del tiempo y por el deficiente mantenimiento. Los procesos de restauración han sido laboriosos y han requerido una extrema delicadeza en las soluciones constructivas. Tanto es así que la obra ha durado ocho meses y de esos ocho meses, siete han sido dedicados a la restauración. El resto ha sido poner nuevos elementos contemporáneos arquitectónicos que son edulcorantes de lo que ya había.
En cuanto en el exterior del local los trabajos principales de restauración de fachada han consistido en quitar capas hasta llegar a la original, donde hemos encontrado hasta diez capas de historia 10 CRONOS diferentes. Cuando llegamos a la capa original elegimos los colores, ya que no existía documentación original de estos colores porque las fotografías existentes eran en blanco y negro.
La sala principal, espacio central del Café 1885, cuenta con unos artesonados de escayola en el techo, molduras y elementos decorativos tallados en madera y suelo de mármol. Nuestra intervención principal es lo que comprende el espacio de barra y contrabarra. Además de la vegetación e iluminación que juegan un papel muy importante. La vegetación aparece en fachada, como un filtro entre interior y exterior. La sala principal se ilumina con un led perimetral que enfatiza el artesonado original, las baldas de madera en fachada aparecen retroiluminadas y finalmente la iluminación más importante aparece en la barra con cinco lámparas decorativas y el mármol que conforma la barra retroiluminada.
Un local público de estas características debe cumplir la normativa vigente, por lo que ha sido un retro para nosotros cumplirla. La exigencia de colocar unos baños en planta baja, donde todos los espacios están protegidos, nos obliga a colocar los baños en un espacio muy reducido, donde estaba la antigua cocina, a la que se accede por la sala Luis XVI. Esta condición nos supuso un reto y nos brindó la posibilidad de hacer unos baños que conceptualmente muy sencillos, pero materialmente muy valioso: cuarcita en el suelo, espejos envejecidos, mármol retroiluminado. Son un conjunto absolutamente contemporáneo, pero también un despliegue de medios en cuanto a materiales se refiere.
En el sótano encontramos un segundo baño integrado en el más puro TOPOS aragonés de arcos de descarga cerámicos. Arcos que se replican en forma de espejo detrás del lavabo que se encuentra sobre un podio del mismo mármol de los baños de arriba.
Finalmente, el último retro de este proyecto es la escalera; Fue realmente complejo encontrar una solución geométrica que cumpliera con la normativa actual en materia de accesibilidad teniendo en cuenta que no podíamos redimensionar el hueco existente. La escalera se convierte en una gran escultura, láminas de acero que se van plegando unas sobre otras y que configuran un recorrido que, recorrido, te va descubriendo y dirigiendo a diferentes perspectivas hasta llegar finalmente al espacio del sótano.
Como arquitectos nuestra intervención ha sido intentar actualizar el patrimonio de este local a través de la menor intervención posible. La belleza del concepto arquitectónico reside en la conjunción del mundo clasicista con el mundo tecnológico. Los mundos de diferentes CRONOS que representan el pasado reciente de una ciudad en un único TOPOS, el Café 1885
Dibujo realizado por Alejandro Lezcano, Arquitecto Director en Cronotopos Arquitectura