En la búsqueda de edificios más eficientes y sostenibles, tanto en nuevas construcciones como en rehabilitaciones de viviendas, el uso de aislamientos de fachada se ha vuelto una práctica común en la arquitectura contemporánea. Sin embargo, en medio de la preocupación por la eficiencia energética, es crucial considerar los posibles impactos que algunos de estos componentes pueden suponer para la salud de quienes habitan estos espacios. Algunos tipos de aislamientos de fachada, aunque ofrecen ventajas térmicas y acústicas, pueden ocultar riesgos que afectan la salud de los habitantes a largo plazo.
En este blog, exploraremos algunos de estos riesgos y cómo pueden ser abordados por arquitectos y diseñadores.

¿CUÁLES SON LOS TIPOS DE AISLAMIENTOS QUE PUEDEN OCULTAR RIESGOS?

Aislamientos Inflamables o Propensos a la Combustión

Algunos tipos de aislamientos de fachada pueden plantear riesgos significativos debido a su inflamabilidad o propensión a la combustión.
Ejemplos:

  • Aislamientos de Poliestireno Expandido (EPS): El poliestireno expandido, o EPS, es uno de los aislamientos más comunes, pero también uno de los más inflamables. Este material, debido a su composición química, puede incendiarse fácilmente y propagar el fuego rápidamente en caso de un incendio.
  • Aislamientos de Poliuretano (PUR) yPoliisocianurato (PIR): Elpoliuretanoyelpoliisocianurato son materiales de aislamiento sintéticos que ofrecen una alta eficiencia térmica, pero también son altamente inflamables. En caso de un incendio, estos materiales pueden arder intensamente y liberar gases tóxicos, lo que aumenta el riesgo de propagación del fuego y dificulta las operaciones de extinción.

Aislamientos con Compuestos Químicos Peligrosos

Algunos aislamientos defachada contienen compuestos químicos que pueden representar riesgos para la salud humana y el medio ambiente. Por ejemplo, ciertos materiales aislantes pueden contener formaldehído, tolueno, bifenilos policlorados (PCB) u otros productos químicos volátiles orgánicos (VOC) que emiten gases tóxicos con el tiempo.

Estas emisiones pueden comprometer la calidad del aire interior y causar problemas respiratorios y de salud a largo plazo para los ocupantes del edificio.

Ejemplo: Poliestireno expandido (EPS) que contiene aditivos de bromo para mejorar la resistencia al fuego. Estos aditivos pueden liberar gases tóxicos cuando se exponen al calor, lo que representa un riesgo para la salud y el medio ambiente.

Aislamientos que Facilitan la Acumulación de Humedad y Moho

La acumulación de humedad en la envolvente del edificio es un problema común que puede conducir a la proliferación de moho y hongos, así como a la degradación de los materiales de construcción. Algunos tipos de aislamientos de fachada pueden retener la humedad y crear condiciones favorables para el crecimiento de microorganismos dañinos.

Esto no solo puede comprometer la calidad del aire interior, sino que también puede causar daños estructurales y requerir medidas correctivas costosas.

Ejemplo: Poliestireno extruido (XPS), un aislamiento que puede retener la humedad y crear condiciones propicias para el crecimiento de moho y hongos en la fachada del edificio. La acumulación de humedad y moho no solo puede afectar la calidad del aire interior, sino también la integridad estructural del edificio a largo plazo.

En nuestro estudio de arquitectura, nos tomamos muy en serio la seguridad y el bienestar de quienes habitan los espacios que diseñamos . Es por eso que, al considerar los aislamientos de fachada, optamos por soluciones que no solo brinden eficiencia energética, sino también la máxima protección para los usuarios.

Entre los diversos materiales disponibles, desde Cronotopos optamos por la incorporacion de lana de roca y de lana mineral en los entramados principalmente de madera de nuestras obras y rehabilitaciones. Estos materiales, derivados de rocas volcánicas o de vidrio, respectivamente, ofrecen una combinación única de propiedades que los hacen ideales para su uso en entramados de madera.

La lana de roca y la lana mineral no solo proporcionan un excelente aislamiento térmico y acústico, sino que también son resistentes al fuego, lo que garantiza una mayor seguridad en caso de incendios. Además, sus estructuras no favorecen el crecimiento de hongos o bacterias, ayudando a mantener la calidad del aire interior y la salud de los ocupantes.

En resumen, si bien los aislamientos de fachada ofrecen beneficios significativos en términos de eficiencia energética y confort interior, es fundamental tener en cuenta los posibles riesgos asociados con ciertos tipos de materiales. Los arquitectos y diseñadores deben evaluar cuidadosamente las propiedades y características de los aislamientos disponibles para garantizar la seguridad, la durabilidad y la salud de los ocupantes de la vidienda ya sea nueva o rehabilitada. Al priorizar la selección de materiales que minimicen los riesgos potenciales, podemos crear entornos construidos que sean seguros, sostenibles y resilientes a lo largo del tiempo.

Escrito por Rebeca Carceller, publicado por Cronotopos.