Cohousing Senior: Privacidad y comunidad

Proyecto de diseño de cohousing

Cada vez más personas mayores viven solas. ¿Y si la vejez pudiera ser un tiempo para compartir, sin renunciar a la privacidad? Este proyecto de cohousing senior explora cómo habitar el tiempo cuando lo colectivo y lo individual se equilibran, usando la arquitectura como mediadora entre intimidad y convivencia.
Cliente: Privado
Superficie: 6265 m2
Estado: Propuesta de proyecto
Cronología: 2024
Localización: Zaragoza, España
Tipo de obra: Proyecto de diseño de cohousing
El edificio se organiza en dos ámbitos complementarios. En las plantas superiores, las viviendas privadas conforman un conjunto de hogares serenos y adaptables, donde cada espacio se proyecta pensando en la comodidad, la privacidad y la flexibilidad a lo largo del tiempo. En la planta baja, abierta y luminosa, se concentran los espacios comunes: piscina, gimnasio, talleres y zonas de encuentro. Los patios ingleses permiten que la luz natural llegue a este nivel inferior, transformándolo en un espacio vivo, donde la vida cotidiana se desarrolla en torno al movimiento y la relación.
El acceso a las viviendas se realiza a través de una galería exterior protegida por vegetación. Este espacio intermedio, más que un simple pasillo, funciona como una extensión del hogar: un lugar donde detenerse a conversar, cuidar las plantas o simplemente disfrutar del entorno. Las cortinas móviles que recorren la galería permiten ajustar la relación entre lo privado y lo compartido, ofreciendo a cada residente la posibilidad de modular su propio grado de exposición o recogimiento. Así, la fachada se convierte en una piel dinámica, en constante diálogo con quienes la habitan.
Dentro de cada vivienda, la distribución sigue un orden progresivo de intimidad: los dormitorios se sitúan al fondo, resguardados del tránsito; el baño actúa como umbral; y el espacio de cocina, comedor y estar se abre hacia la galería, conectando lo interior con lo exterior y fomentando la sensación de amplitud y continuidad. Esta secuencia permite que cada hogar respire y mantenga su calma, mientras permanece vinculado al conjunto.
La elección de materiales, la presencia de vegetación y el control de la luz natural construyen una atmósfera amable, alejada de la idea convencional de residencia. Carpinterías, cortinas y velos vegetales actúan como filtros que matizan la relación entre el interior y el exterior, entre lo íntimo y lo colectivo.
Más que un edificio, este cohousing propone una forma de habitar que pone la arquitectura al servicio de las relaciones humanas. Es un espacio pensado para acoger el tiempo y la convivencia, capaz de adaptarse a las distintas etapas de la vida de sus habitantes.

Aún en fase de proyecto, esta propuesta reflexiona sobre cómo diseñar lugares que no solo se ocupen, sino que realmente se vivan y se compartan. Porque en ellos es donde realmente se construye la idea de hogar.

Dibujo realizado por Alejandro Lezcano Maestre, Arquitecto director de Cronotopos Arquitectura